MI ACERCAMIENTO Y ENTENDIMIENTO DE LA BRUJERIA TRADICIONAL (Sergio Fritz Roa)

Desde ya, a muy temprana edad, sentí una gran afinidad con el paganismo (o quizás mejor, los paganismos). En especial, siendo niño, me llamaba la atención las historias y sabiduría de los sioux, la rudeza de los mohicanos y el amor a la libertad de Lautaro (Lefraru), como por otro lado el hermetismo de los egipcios, las runas y la belleza de las festividades de la Grecia antigua. Debido a que mis padres son personas cultas y vinculadas al camino espiritual, había en el departamento una gran biblioteca disponible, con muchos textos de interés para un alma buscadora, como la mía.

Cuando salíamos de paseo, ya sea al sur o las montañas de la zona central o del Norte Chico, sentía que mi ser se encontraba consigo mismo. Amaba la arqueología y hay una fotografía mía de unos cuatro años donde salgo todo orgulloso con una pala diminuta al lado de una piedra "tacita" (vestigios de culturas antiguas, que utilizando una roca hacían perforaciones redondas del tipo de "tazas"; su uso es polémico hasta hoy, y según algunos estudiosos son relojes, sistemas astronómicos, recipientes para mezclar tinturas o hasta objetos rituales) en Tongoy. En general me sentía, y lo sigo estando, muy vinculado a las piedras y al viento. En esas ocasiones de viajes con mis padres, no era raro que juntara piedras de forma de túmulos o hiciera falsos entierros, que en mis juegos eran de larga data.

Esta admiración por las culturas americanas continuó, y así en algún momento pensé estudiar Arqueología, pero por motivos económicos seguí Derecho (lo cual fue un gran fracaso, dado que jamás me sentí cómodo allí). Empecé a escribir algunos artículos de estudio en torno al esoterismo (alquimia, catarismo, templarismo, zoroastrismo y sufismo), sin dejar de lado el mundo americano y así lo hice con un artículo acerca del rewe mapuche y su simbolismo. Posteriormente, ya a edad adulta surgieron mis libros de rescate de la Brujería y Magia Chilenas: "La Recta Provincia", "Magia Austral" y "Las Salamancas o cuevas de Brujería en Chile".

Nunca me sentí cómodo en grupos, y siempre preferí la "soledad" de una roca o de un árbol, para mis trabajos de orden espiritual. Apenas puedo "huir" a las montañas, ir a un bosque, o contemplar el mar en silencio, lo hago. Siempre me he sentido uno con la Naturaleza y no requiero para ello explicaciones o justificaciones. Lo sé y lo siento.

En la ciudad obviamente esto es distinto, pero intento acomodar mi espacio a mis principios. Mi dormitorio está rodeado de piedras, cactus, y todo aquello que puedo incluir allí que me recuerde el campo.

Aunque he conocido varios grupos esotéricos, debido a que tuve por 9 años una librería especializada en dichas temáticas y mis padres siempre participaron de algunas escuelas, nunca me atrajo la Cábala o la Magia Ceremonial. Por otro lado mis lecturas de René Guénon y Julius Evola siempre me previnieron del Ocultismo, como de la moderna New Age.

Así que cuando un día empecé a leer sobre algo que se llamaba Traditional Witchcraft, todo cobró sentido. Compré unos textos de Robin Artisson y mi sorpresa era tan grande que no podía dejar de emocionarme. Después leí algunos blog sobre Brujería del Cerco y así pude confirmar que lo yo hacía desde niño en la Naturaleza y que se coronaba a nivel intelectual con mis estudios sobre la propia Brujería Chilena no era otra cosa que... ¡Brujería Tradicional!

Todo, cual revelación inesperada, cobró un hermoso sentido...